Nueve
Replegado sobre sí mismo, cerrado el paso a los engaños, da potestad a sus ojos para que vean lo que es visible, a sus oídos para que oigan lo que es audible. No a lo que se muestra disfrazado ni al sonido que se reproduce, prefabricado.
A la noche se cierra en lo más oscuro. Con los ojos y los oídos limpios, crea un mar desde sus propios pies enterrados en guijarros. El sol poniente, a la espalda, les da distintos brillos según su posición. Profundiza la creación, desde el agua espumeante de la orilla hacia lo lejos, cada vez más lejos, del azul verdoso más claro al oscuro que más presagia. Levanta la capa de superficie y encuentra abajo toda el agua, con las algas, las rocas, los arenales. Con los bancos de peces que cada noche, al reemprender la creación, han de reocupar la posición que les corresponde.
Pasan meses hasta que el mar está entero ordenado y se complace. Se baña. A la siguiente noche, nada más abrir el mar ve que lo que era su sombra es el temblor de un desvanecimiento, que ya no tiene pies entre los guijarros.
Comprende que el trabajo ya está hecho y entregado al tiempo. Por primera vez, se acuesta y duerme tranquilo.
19 comentarios:
Tengo la sensación de que subo trabajosamente escalón a escalón, pero tú lo haces de salto en salto.
Enhorabuena, Verónica.
De nuevo, una fusión perfecta. Sencillamente genial.
El arte es creador de conciencia y aunque ya lo sabía, me sacude la evidencia de que los cercos externos vienen desde adentro.
Felicidades a los dos. MARAVILLOSOS¡¡
Tengo la sensación de que ese extraño objeto que sujeta la mano podría ser... ¡una raíz de mandrágora!
Como es una planta mágica que sólo usan las brujas, a mí me place.
Perfecto!. El texto es maravilloso y la ilustración lo complementa. Me ha gustado. Son inmejorables. Juntos son una delicia.
Un beso.
Formáis un tandem perfecto, hay una conexión extraordinaria entre vosotros. Gracias por este regalo para la vista y el intelecto. Saludos a ambos.
Placer y miedo. Gran conjunto. Gran equipo, una vez más quedo hechizada.
Un abrazo.
Y después de hacer todo eso se desvanece salvado por esa mano.
Tiene una mezcla entre humano y divino escalofriante a la vez que genial.
Sensacional, buena fuerza la de la imagen.
Hace pensar en 'Saturno devorando a un hijo' de Goya. Solo que el dios del tiempo es un vaso.
Parece un pez recién pescado, por cuyo cuerpo resbala y escurre aún toda el agua... En cuanto a la técnica, ¿qué es exactamente: collage, fotomontaje...?
Besotes
Gracias, Nano. En realidad es una maravillosa cuesta arriba. Que no siempre es fácil, pero que se sube con gusto.
Hola, Roberto.Bueno, la prefección son palabras mayores. Mejor no me lo creo mucho, y así sigo esforzandome más. ;)
Gracias, Lucila. Me encanta verte por aquí, ya que compartimos, en muchas ocasiones, la misma mirada.
Y tu mirada también me gusta y me place, Anabel.
La planta mágica está a punto de salvarse!
Hola, Zayi e Isabel R,
La verdad es que es un gusto de conexión, y un lujo complementarme con este autor.
Hola, Lara. A ver si conseguimos seguir hechizándolos :)
Hola, Isabel. Sí, aún es humano y aún le falta bastante de divino. A ver que pasa en el próximo escalón...
Gracias, Jesús. El texto no merecía menos y además ayudó mucho.
Hola, José Miguel. Me encanta que hayas encontrado esa similitud en este trabajo. A mi ese cuadro me encanta y me inquieta. Y sin embargo, yo no me había dado cuenta de...
Vaya, Gemma. Si es que vosotros siempre lo mejoráis :)
La verdad es que es exactamente una foto de una mano de verdad sosteniendo a una mujer dibujada.
Un placer esta visita.
La transparencia del mar siempre será inalcanzable.
Además de dar las gracias a todos los que nos acompañáis, quería añadir la inquietud que me produce la ilustración. En ese abandono de la obra creada, entregada al tiempo pero arrebatada al que la ha creado, Verónica, con ese cuerpo desmadejado, da, para mí, un paso adelante más; necesario pero algo terrible. El que crea, muere en parte al dejar la obra creada.
Quizá por esa visión tan purificada, vuelvo una y otra vez a contemplar lo que ella ha hecho y me siento inquieto y maravillado.
Gracias por tanto, Verónica.
Resulta sorprendente la fuerza que el fondo negro le da a la combinación fotografía/dibujo: uno termina quedándose con la duda de si hay retoque o es realmente la fotografía de una mano sosteniendo un recorte...
Hola, Virgi. También un placer tenerte aquí.
Inalcanzable, pero susceptible a ser fotografiada.
Hola, Nano. Es que solo nos pertenece mientras no la damos a conocer. Y la renuncia es inevitable.
La verdad, Enric, es que si sembrar la duda con una obra visual hace que luego os quedéis pensando en ella aún sin verla. Pues entonces creo que es un buen ingrediente para acompañarla.
A ver si un día, si Nano me deja, os pongo un making off. :)
Quisiera arrebatársela y esconderla para cuidarla lejos del dolor... somos tan vulnerables.
Hola, Jessie. No veas como me ha hecho pensar tu comentario. Nadie se salva de ser vulnerable, no?
Pero siempre podemos hacer trampa y dibujar el rescate.
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