1 de septiembre de 2010

La caída del tiempo



Somos libres de inventarnos tormentos; como tales, no son más que postura;
solo cuentan los que surgen de nosotros a nuestro pesar.
Sólo vale lo inevitable.

E.M. Cioran

10 comentarios:

NáN dijo...

Ciorán piensa que somos flechas ya lanzadas en el aire. Posiblemente tenga razón. Maldita sea.

Jessica Piqueras dijo...

Es admirable como encuentras con tu objetivo la magia que se esconde en los rincones. Aunque intuyo que es porque eres tú la que tiene un ojo mágico.
Ya estamos de vuelta, espero que tengas buen comienzo tras las vacaciones.
Saludos

roberto dijo...

El tiempo es un tormento. Y tu fotografía muy sugerente...

Isabel dijo...

Y de tanto y tanto inventar el victimismo, ya no quedan fuerzas para evitar lo inevitable.

José Miguel Vilar-Bou dijo...

Ay, el tiempo no cae. Caemos nosotros.

Enric Herce dijo...

El fràgil y hermoso haz de luz acariciando los filos oxidados. Pura vida. Precioso el constraste y sugerente la metáfora.

VERONICA LEONETTI dijo...

Puf! pues qué le vamos a hacer, Nano. No vamos a contradecir al Sr. Cioran.

Gracias, Jessie. No sé si es mi ojo, pero cada día quiero más a mi cámara.
Y por ahora el comienzo es muy bueno ;)

Hola, Roberto. Sí, a veces se hace de un pesado horrible el bendito tiempo. Y otras, pasa rápido. Sobre todo en agosto.

VERONICA LEONETTI dijo...

Hola Isabel. Yo creo que lo mejor es evitar el victimismo y ya está. Si es que es posible...
Y hacer que lo mejor de la vida sea lo inevitable.


Cierto, José Miguel. Y me ha dado vértigo y todo.

Y lo mejor, Enric, es que también es puro azar.

El caimán de Legutiano dijo...

No había visto esta nueva entrada, está chulísima, me encanta!

cronicasdediaslluviosos dijo...

inventar gigantes, dónde sólo hay molinos, a veces, no es de locos sino de cuerdos.