Hubo un tiempo en que nos fijábamos en las hojas secas
en el muro de ceniza y en la noche descalza
y en la luna pálida de tantas destrucciones
y así apostábamos a la melancolía
inconscientes de que ése no era aún nuestro percance
faltaban temporadas de sistemática pobreza
laberintos privados y tristezas de medio pelo.
Mario Benedetti
10 comentarios:
"Faltaban temporadas de sistemática pobreza". Poética forma de hablar del momento actual.
Sí, es que aquí siempre intentamos pintar las cosas más bonitas, Roberto. O por lo menos de otro color...
tus manos flotan ligeras como las hojas!
Yo también he visto una alusión a nuestra gris y patética realidad en los versos de Benedetti. La ilustración es un buen reflejo de esa tristeza, aunque también es cierto que esas manos inspiran esperanza :)
Maravillosa. Y excelente elección de Benedetti, cuando vemos abatirse sobre nosotros la pobreza, los laberintos en los que nos han metido otros. Espero que sepamos huir de la tristeza. Tu ilustración es bellísima, esas manos delicadas acariciando hojas... Un abrazo muy fuerte.
Esas hojas que se escurren entres las delicadas manos, como la solución a la actual situación que nadie sabe encontrar. Precioso poema: las cosas terribles de la vida resultan de un lirismo decadente muy atrayente, siempre y cuando todavía nos queden lejos.
No sé por qué las hojas caídas al viento siempre producen melancolía, y más si parecen escurrirse entre unas manos que se parecen al propio viento
"no era aún nuestro percance" me parece brutal de cruel en un poema brutal de bueno.
Tu ilustración suaviza los sentimientos, al nadar, o bucear, entre hojas.
Eso es gracias a la constancia de la brisa, amankaahi ;)
Pues no perdamos la esperanza ni dejemos de fijarnos en las hojas secas, Joe.
Gracias Isabel! yo también espero que sepamos huir y sigamos apostando por lo bueno.
Hola Enric. Si es que de lo terrible también se puede sacar inspiración y en arte se aprovecha muy bien para desterrar demonios y...
Pues ultimamente pinto muchas hojas, José Miguel.
Benedetti es brutal Nano. Y este poema, que fue un regalo, es de los mejores.
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