24 de diciembre de 2012

Cuaderno 2012 VII


Es recio haber sido sin saberlo,


un jugador,


 y encontrarse tocando como una carta 


el destino.



Ya no hay más jugadas sino un ponerse


en manos desconocidas.

Rafael Cadenas

5 comentarios:

roberto dijo...

Precioso juego...

Isabel dijo...

Si fuera en tus manos, todos seríamos más felices y soñariamos más.

Abrazos.

José Miguel Vilar-Bou dijo...

Los dibujos, aun sin el acompañamiento de los versos, son un terrible poema en sí mismos. Tan fantasiosos y tan reales a la vez.

Josep Vilaplana dijo...

Un jugador que no sabe que él es también el juego; unas manos desconocidas en las que, a pesar de serlo, buscamos nuestro improbable solecito de invierno.

Por suerte siempre nos quedará la vida y la belleza de algunos espejos.

Salut, alegría, y un beso.

NáN dijo...

Ese rostro podría perseguirme.