5 de noviembre de 2009

El niño que perdió su mirada



La cojo por asechar los espejos.
Y es que Reseda se asoma a ellos en momentos en que nadie puede verla.
Ya no es la niña de antes. Ya no es la niñita de aquel mediodía de infancia.
El cuerpo que el espejo me devuelve es un cuerpo desnudo de mujer. Carece de líneas rectas. Un fino vello le ha puesto azules las axilas. Yo lo he visto en el espejo del último cuarto.

Alfredo Armas Alfonso
(Los cielos de la muerte, 1949)

16 comentarios:

Joe dijo...

Siempre me han parecido fascinantes los espejos, puertas a otros sitios, puertas al alma.

Tom Zeta dijo...

Tienes mucho arte.

stygryt dijo...

Yo también, borracho, me veo doble... incluso sin espejo, jeje

José Miguel Vilar-Bou dijo...

Yo hasta triple. Y sin espejos.

stygryt dijo...

Yep! Eso por ser poeta :-)

VERONICA LEONETTI dijo...

Hola Joe, que bonito! lo mejor es que son siempre puertas abiertas.

Muchas gracias Tom! ya me he pasado por tu blog y me ha encantado.

VERONICA LEONETTI dijo...

Me parece que vamos a tener que dejar los espejos por un tiempo chicos. Sino, pronto empezaréis a ver cuádruple.
Un abrazo!

Tom Zeta dijo...

¿De veras? Gracias. Los comienzos siempre son duros.

Enric Herce dijo...

Un latido después que Las criaturas deshabitadas...

VERONICA LEONETTI dijo...

Pues si , Tom. Has empezado con muy buen pie. Mucho éxito!

Hola, Enric. Asi es, la historia continua...

Josemaría dijo...

Ahora es lolita... así también la cojo (tomo). Pues, he vuelto corto de palabras y largo en ausencias, pero aquí esto, reflejándome otra vez en tu espejo.

VERONICA LEONETTI dijo...

Tus palabras, cortas o largas, son siempre muy bien recibidas en este blog, José María. Y que bien que se te pueda ver otra vez por aquí. :)

El caimán de Legutiano dijo...

La expresión de él es de niño grande. Disimulando después de haber hecho una trastada,escrito en la pared, tirado una piedra,... o haciendo que pasa de nuevo mientras espia en el interior de los espejos. buena foto!

VERONICA LEONETTI dijo...

Gracias Aitor!
No sé si él venía de hacer una trastada, pero creo que sí que estaba espiando en el interior de esos espejos.
Es inevitable pasar frente a uno de estos objetos y no espiarse a uno mismo.

Anónimo dijo...

Y es curiosa la interpretación que le podemos dar a un reflejo dependiendo del estado de ánimo del momento ... preciosa foto.

P.D.: Gracias por tu visita y tus palabras. Yo, con tu permiso, me pasearé por tu rincón ... me ha gustado.

VERONICA LEONETTI dijo...

Es verdad, Al golpito. Todo depende del momento, de los estados de ánimo y de tantas cosas...
Muchas gracias a ti! y encantada de verte por aquí.