Cuatro
La parte del centro del dolor queda intacta.
Se hace hueso.
A veces el hueso se alarga, como para tapar la herida, pero no hace sino
reabrirla; con sus bordes imperfectos.
reabrirla; con sus bordes imperfectos.
Tocar un hueso-cuchillo es herirse, aún sin quererlo.
A veces el hueso se hace esfera, de tanto dar vueltas el pensamiento
sobre lo mismo.
sobre lo mismo.
Deshacerse de un hueso-bola es imposible.
Por profundos que sean los abismos donde se lance, reaparece en la
almohada, como el caramelo en un hotel barato.
almohada, como el caramelo en un hotel barato.
Los dos huesos son intratables.
Estaba el doliente contemplándose en el viento, tan grande,
cuando cayó en la cuenta de que hacía frente a un problema de escala.
28 comentarios:
Tu ilustración me gusta hasta la emoción.
¡Gracias!
Felicidades al poeta y a la ilustradora que tan bien sabe siempre reimaginar sus textos. La última frase es apoteósica.
Introducir la mirada dentro para, analizando el dolor, llegar hasta lo más profundo: el hueso en todas sus variantes
¡Qué bien lo ilustras!
Magníficos texto e ilustraciòn. No es el dolor el problema, es nuestra sumisión al mismo. Me encanta la última frase.
Vaya lujo de texto y de ilustración. Me quito el sombrero.
Y a mitambién , (que me gusta hasta la emoción como al nano
Muy hermoso el conjunto.
A mí no me hace falta decrecer y recuperar la insignificancia del dolor, leyendo y paladeando tales cosas ya se admira una sola y se siente enana .
Pero bravo, bravo, bravo.
uf, ¡muy bueno!
Y creció tanto su empeño por sobrevivir que el dolor se hizo nada. ;-P
Y pudo comérselo al fin, como hace el rostro-corazón de tu imagen.
Bravo, Verónica. (Qué requetebién conjugáis ambos.)
Un beso
Oye NáN, pues todo culpa tuya, y de tu maravilloso texto! ;)
Hola, Enric. Gracias!. Me siento realmente afortunada.
Gracias, Isabel. No veas cuanto le di vueltas a la cabeza para hacer esta imagen. Más de cuatro veces, por lo menos :)
Hola, Joe. Coincido contigo y con Enric en que la última frase es total.
Y ciertamente, que importante es no dejarse vencer por ningún dolor.
Hola, Araceli y Momo. Es realmente emocionante y todo un lujo hacer equipo con Nano. Y también tenerlas a vosotras por aquí.
Gracias, Roberto. Es que de este lado del espejo sentimos debilidad por lo hermoso.
Hola Reyes. Me inquieta, pero también me gusta tu punto de vista. Encantada de verte por aquí y muchas gracias!
Hola, Magapola. Gracias! el 'cinco' ya viene por ahí y espero que también os guste.
Realmente, Gemma, si nos lo proponemos, lo podemos vencer y hasta desaparecer fácilmente.
Y me acabo de dar cuenta de que tú has comprendido mejor que yo la imagen que yo misma he creado.
Otro beso para ti!
Maravilloso pertil.
¡Me encanta este escalón cuarto de hueso infinito!
Magnífico.
Felicidades a los dos.Y gracias.
me gusta hasta los huesos
Qué gran poema tan de carne y hueso y, para no perder la costumbre, maravillosa ilustración.
Una combinación perfecta entre el poema y su ilustración. Formáis un magnífico equipo, Nan y Verónica. Hay mucha potencia en vosotros, y mucho arte.
Besotes.
La parte del centro del dolor queda intacta.
Se hace hueso.
Doloroso comienzo, pega justo ahí, en el hueso.
Más, más...
Enhorabuena a ambos.
Vine aquí desde angelessobreberlin.
Me ha gustado mucho el poema, sobre todo esas frases: "Deshacerse de un hueso-bola es imposible. Por profundos que sean los abismos donde se lance, reaparece en la
almohada, como el caramelo en un hotel barato".
En efecto, creo que es imposible deshacerse de un hueso-bola. Más bien será el hueso-bola el que, en un determinado momento, pueda decidir abandonarnos.
¿Cuándo deja de doler un hueso-bola? Supongo que cuando se integra o incorpora, cuando se asume dentro (y la metáfora de comerlo, a que alude el dibujo, es
excelente: ingestión como interiorización).
Un dolor no deja de doler, pero se atenúa mucho cuando no se percibe como un elemento extraño y dañino, sino como algo inserto ya en nosotros.
Cuando leí esto me encantó. Es admirable cuando se puede hacer prosa con la realidad y que la belleza de la prosa no estropee la veracidad. Me gustó tanto como la primera vez que lo leí.
La ilustración es maravillosa.
El conjunto: perfecto.
Besos a ambos.
Creo que me toca dar las gracias, en general, por todos vuestros comentarios. Aunque Verónica y yo vivimos con pasión este trabajo de colaboración, la duda es inherente a todo darse en una obra. Vuestros comentarios dan realidad a lo que hacemos. Os pido que sigáis haciéndolo en los otros, también que nos deis caña si no lo conseguimos.
Un fuerte abrazo y un enorme agradecimiento por vuestra presencia.
Hola, Izaskun. También es uno de mis escalones favoritos. Gracias a ti, por seguir acompañándonos en la subida.
Hola, Josemaría. que pocas palabras más profundas!
Gracias, José Miguel. Si es que es tan de carne y hueso, que a mi me sigue poniendo la piel de gallina.
Gracias, Isabel. Y lo mejor es que ha sido todo muy fácil y espontáneo.
Hola, Aroa. Cada tanto tiempo habrá más :)
Gracias, Portosa!
Hola, Saiz.
Me alegra que haya valido la pena el viaje desde Berlín. Gracias por tu amplia e interesante reflexión. Me ha gustado mucho.
Cierto es que, hay dolores que no dejan de doler, pero solo si le permitimos quedarse dentro.
Un placer tenerte por aquí.
Hola, Zayi. Yo no me canso de leerlo. Es de esos poemas a los que de repente le puedes encontrar cosas nuevas cada vez que lo vuelves a leer.
Muchas gracias y un beso también para ti.
Y finalmente, gracias de nuevo Nano! desde el principio hasta el final! :)
...no se que me está empezando a gustar más, si las ilustraciones-texto, o los análisis e interpretaciones de la gente que entra después :)
Saludos a todxs!
Estoy contigo Caimán. Un lujo de comentarios! estamos encantados.
Esto se está poniendo cada vez más increíble: los textos, las ilustraciones, la comunión entre ellos (mismo corazón palabra).
En papel tiene que ser algo delirante.
Felicidades a los dos.
Gracias, Lara!
Sí, esto parece que puede ir creciendo con cada paso. Es que cuidamos mucho que no se pierda nada por el camino.
Pero como dice Nano, podéis darnos caña si veis que aflojamos la marcha.
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