EL nº 26 del fanzine digital Artafacta, titulado WELCOMER, nos trae este mes 54 propuestas que podéis ver aquí. Mi amigo El Rubencio también ha participado con un estupendo trabajo. Y mi aportación es la que veis aquí abajo.
Cuánta soledad y belleza. De verdad, Verónica, que has pillado una racha, casi una explosión interior y en las manos, que josemaría tiene toda la razón.
el fondo de la cuchara siempre contuvo nuestro reflejo más intenso, aquel que no miente y que nos guarda a partes iguales nuestros días grises o nuestros días de volar cometas. ;) me ha encantado descubrirte!
Cucharas puedan tener vida, o sea, algunas la tienen por razones especiales. Guardo una cucharita (de seis, es la única que quedó) que mi madre me (nos) regaló. Hay cucharitas que cuando las uso siempre me hacen pensar a una persona o una situación. Tengo varios de ese tipo de cucharitas.
Percibo tu cuchara o cucharita como cariñosa, sensible, frágil (ma non troppo), invitando a mimar, reflexionar.
Su forma especial te hace volver a ti mismo, mirándola o usándola.
Las propuestas de este ezine no dejan de sorprenderme y la idea sobre la que se sostiene sigue pareciéndome genial. Nada nos conoce mejor que los objetos cotidianos, nadie sabe acogernos con su muda alegría cuando regresamos de un viaje o una larga ausencia.
Es cuestión de percibir esa vida en los objetos, Giovanni. Y es que los recuerdos viven dentro de ellos.
Sí, Enric. Si pudiera, participaría todos los meses. Por que estoy encantada con la revista. Y tienes razón. Esos objetos están siempre allí. Les prestemos o no atención.
14 comentarios:
Estoy alucinando, que bueno es!! tan distinto a lo que has hecho pero sin perder tu estilo!! me encanta. Este ahora pasa a ser mi favorito!
En las pequeñas aldeas de Chiapas piensan que los espejos abren puertas con el más allá... y tu vas abriendo puertas en los sitios más insospechados.
bs
Cuánta soledad y belleza. De verdad, Verónica, que has pillado una racha, casi una explosión interior y en las manos, que josemaría tiene toda la razón.
el fondo de la cuchara siempre contuvo nuestro reflejo más intenso, aquel que no miente y que nos guarda a partes iguales nuestros días grises o nuestros días de volar cometas. ;) me ha encantado descubrirte!
Muy hermosa la ilustración. Está genial.
Me ha recordado un poema mío:
"Me miro en una cuchara
y veo mi alma destrozada;
veo princesas, brujas y hadas,
fruto de aspirinas caducadas".
Soberbio, querida, soberbio.
El Gran Grizzly. ;-)
Precioso el espejo-cuchara... Los objetos te quieren, qué duda cabe.
Un abrazo
Qué extraño alimento lleva esa cuchara.
Inquietante. Desde ahora cada vez que coja una cuchara pensaré en ti.
Gracias, Josemaría. Espero que me pueda seguir inventando dibujos que destronen a los anteriores.
Que sabiduría más bonita, Rubencio.
En principio iba a estar acompañada, pero...luego vi que sola estaba mejor, NáN.
El vacío en este caso me gustaba.
Sin duda un reflejo especial, Anna. Muchas gracias! y también encantada de tenerte por aquí.
Ay, Roberto! pero que poema más chulo! ¿me lo prestas?
Gracias, Gran Grizzly. Que honor tenerlo por aquí. ;)
Hola, Gemma. Gracias! la verdad es que hay objetos que aún se me resisten.
Hola, José Miguel. Pues ahora que lo dices, creo que es más eso que un reflejo. :)
Hola, Isabel. Jaja! pues todo un honor, oye.
Cucharas puedan tener vida, o sea, algunas la tienen por razones especiales. Guardo una cucharita (de seis, es la única que quedó) que mi madre me (nos) regaló. Hay cucharitas que cuando las uso siempre me hacen pensar a una persona o una situación. Tengo varios de ese tipo de cucharitas.
Percibo tu cuchara o cucharita como cariñosa, sensible, frágil (ma non troppo), invitando a mimar, reflexionar.
Su forma especial te hace volver a ti mismo, mirándola o usándola.
Las propuestas de este ezine no dejan de sorprenderme y la idea sobre la que se sostiene sigue pareciéndome genial.
Nada nos conoce mejor que los objetos cotidianos, nadie sabe acogernos con su muda alegría cuando regresamos de un viaje o una larga ausencia.
Es cuestión de percibir esa vida en los objetos, Giovanni. Y es que los recuerdos viven dentro de ellos.
Sí, Enric. Si pudiera, participaría todos los meses. Por que estoy encantada con la revista.
Y tienes razón. Esos objetos están siempre allí. Les prestemos o no atención.
Publicar un comentario