Diecinueve
Miles de poemarios contienen
la palabra que inició el Mundo.
Los poetas cobardes la circunvalan,
la atraviesan veloces, la ignoran,
la envuelven en ramilletes de jazmín.
Ahora leo, con miedo,
buscando al poeta airado
que ya ha escrito,
y no hay marcha atrás,
la palabra que lo finaliza.
12 comentarios:
La ilustración es un buen final para el poema...
Eres grande, querida. Qué privilegio el mío.
¡Qué marcha tan excelente lleváis!
Que no decaiga el placer que une aquí la palabra a la imagen.
Enhorabuena y besos.
Llevo mucho tiempo, sin tener tiempo para disfrutar de tus ilustraciones y de cada una de las palabras que las acompañan...Pero cada momentito que tengo para entrar y deleitarme con ello lo hago y os prometo que es un lujo para mi y mis sentidos... Enhorabuena a los dos...eres única Verónica. Besos.
¡Qué geniales los dos!
Mi aplauso.
Paseo muy despacio por lo vuestro, con el cariño y el placer de un otoño distinto.
Admirado, contento y reconciliado con las cosas.
Un beso para cada uno.
Ambos me habeis sugerido misterio. Hipnotica la imagen y el poder de las palabras, a menudo mayor q la presunta realidad q intentan describir.
Un hug boquiabierto
Di
¿Y por qué no hacer un libro entre ambos?
¿Y por qué no?
Son un dúo único.
Besos.
Entre poetas cobardes, lectores con miedo a poetas terminales y mujeres enigmáticas que contemplan quizás algún poemario en un vacío infinito mientras son acariciadas, les agradezco el viaje.
Más que un buen final, ROBERTO, es una excelente compañera.
Besos, ISABEL, de mi libreta saltan chispas (encendidas por los fuegos de Verónica).
Gracias, NIÑA GUERRERA. Tu placer aumenta el nuestro.
Ay, VIRGI, qué bien encontrarte por aquí.
Estamos tardando demasiado, JOSEP, en vernos cara a cara.
Aquí conoces, DI, lo mejor de mí mismo (no te creas demasiado a los otros). O sí (no me extrañaría que fuera justamente al revés).
¿Sabes, ZAYI, que tienes razón? Nunca he intentado publicar nada mío, pero lo de Verónica le aporta valor. Hay que.
Mi agradecimiento para ti, JUANCHO. Si no hay quien mira, nada hay que sea mirado.
Un gran abrazo a todos y cada una.
uf! me encanta la contención intensa (tanto del poema como de la imagen, que es otro poema)
Yo, de verdad, no veo por ningún sitio esa forma de dibujar las manos los cabellos, de una forma tan sencilla y tan bella.
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